Se trata de una evolución de la gama Curve destinada a usuarios no muy exigentes, encuadrándose dentro de la gama baja de esta marca.
Pero no por ser de gama baja deja de lado todas las características que conformaron el éxito de estos terminales, el teclado completo, una buena gestión del correo electrónico y el tan de moda Blackberry Messenger.
En sus rasgos externos, el terminal tiene muy buen tamaño, perfecto para adaptarse a la mano, más pequeño y manejable que modelos anteriores. El frontal es de plástico brillante y los laterales y la parte posterior tienen un acabado con tacto de goma que le aporta una sensación sólida a la vez que mejora su agarre. La tapa de la batería que ocupa casi toda la parte posterior, es también de este plástico con brillo.
El grosor es algo mayor al de los smartphones con los que estamos acostumbrados a trabajar hoy en día, sin embargo, esa trasera de goma le da un aspecto algo "ruggerizado" que hace que no sea un inconveniente a priori, siempre y cuando no le añadamos una funda, lo que incrementaría ese grosor demasiado para un móvil de esta época.
La pantalla no aporta ninguna novedad a la gama Curve, teniendo un tamaño adecuado para este tipo de terminales, en este caso es de 2,64 pulgadas y no llega a ofrecer una excesiva calidad a causa de su baja resolución de 320x240, pero servirá perfectamente para los usos profesionales para los que están, en teoría, diseñadas las Blackberry.
Un detalle importante y que rompe con la generación anterior de las Curve es que por fin han eliminado la bolita que tan fácilmente se averiaba, sustituyéndola por una suerte de joystick táctil que, si bien es menos preciso, realiza bien su trabajo y resulta mucho más fiable en el tiempo.
La cámara es bastante mediocre hoy en día (aunque hace un par de años sería de gran calidad para un móvil), permite tomar fotografías en 1600x1200 (2 Megapíxeles), pero da muchos problemas sobre todo con la luminosidad y en casi cualquier situación aparecerá ruido en la imagen. No incluye flash, aunque con este sensor, no sé si las fotos con flash saldrían mejor o peor. También graba video en resolución VGA y con las mismas limitaciones del sensor, por lo que no nos servirá para usarla como cámara personal tal y como hacemos con los smartphones de última generación, aunque para algún pequeño video que queramos subir a Youtube, puede sacarnos del apuro. Como terminal de gama baja que es, han eliminado la opción de una cámara frontal, aunque pensando que éstas suelen tener bastante peor calidad que la cámara principal, creo que es mejor que no la incorpore...
En el apartado de software, nos encontramos con la versión 5 del sistema operativo de Blackberry, un sistema muy desfasado hoy en día y con dos fallos principales: la dificultad de configuración debido a sus enrevesados menús y el problema de que han adolecido siempre las Blackberry: una pésima gestión multimedia. Podremos escuchar música sin problemas, incluso con las carátulas de los discos, etc. También podremos visualizar vídeos en diversos formatos pero, avanzar dentro de un video o una canción con el joystick se convierte en un verdadero suplicio.
Por cierto, a pesar de contar con capacidad de conexión Wi-Fi, esta no funcionará si no tenéis contratado un plan de datos Blackberry... cosas de estos canadienses...
Resumiendo: como Blackberry, no está mal, si os gusta el espíritu de éstas o sois usuarios de la plataforma desde hace tiempo os encantará, si queréis hacer las cosas que se hacen con un smartphone medio en condiciones de los de hoy en día, no os dejéis engañar, para eso está muy limitada.
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