31 diciembre 2011

Sincronizar el Xperia Neo V con Mac


Seguro que en estas navidades y al buen precio que está, a alguno os ha caído un Sony Ericsson Xperia Neo V y si os estáis preguntando cómo sincronizarlo con vuestro Mac, aquí tenemos la solución.

Siempre está la opción de todos los teléfonos Android, conectarlos en modo de almacenamiento masivo y trastear con las carpetas, pero por una vez la gente de Sony se ha acordado de los usuarios de Mac y nos ha hecho una aplicación para sincronizar nuestros teléfonos en condiciones.


Como podéis ver en la imagen, nos aparece una barra lateral con acceso a nuestra biblioteca de iTunes, así como a la de iPhoto, con lo que nos facilita mucho el traspaso de música e imágenes, conservando las carátulas, etc.

A ver si aprenden otros fabricantes (e incluyo aquí a Samsung y su Kies que funciona horriblemente mal en Mac).

29 diciembre 2011

El suplicio de los auriculares de Blackberry

Y yo que pensaba que los auriculares del iPhone/iPod eran malos... (ya os contaré la aventura), cuando probé los de Blackberry dije: oye pues parecen sólidos y se oyen bastante bien, pero eso es sólo la primera impresión...

La cruda realidad es otra... es que cuando llevas algún tiempo de uso, lo primero que se rompe es la pinza que traen para sujetarlos a la ropa (porque uno no para de juguetear con ella), pero bueno, esto es un mal menor, el problema es que a los pocos días la cubierta de goma se despega (no estoy yo muy seguro de si va pegada o encajada) y, o bien la pierdes (lo más normal), o bien tienes que andar con cuidado y rebuscándola en el bolsillo.

Vale, hasta ahí ya tenemos nuestros auriculares medio destrozados, pero la cosa avanza... y es que con un poco más de uso también se desprende la rejilla metálica que llevan dentro, quedando de esta guisa:


Vale, a lo mejor os gusta el aspecto tecno-retro-punk que les queda, pero esto no es normal... ¿cuál será la siguiente descomposición? Eso seguro que tiene pinchos debajo... no sé si atreverme...

28 diciembre 2011

El 11-M desde una perspectiva diferente


No tenía nombre.
Era un viejo ratón de ordenador, un Genius EasyMouse sin “ruleta” que habían traído junto al ordenador. Un ratón sobrio y sin pretensiones que cumplía con su trabajo lo mejor que podía.
Después de unos seis años de vida y tras docenas de limpiezas, cientos de kilómetros recorridos con su bola y millones de clics para matar monstruos espaciales o cerrar ventanas de programas de Microsoft que habían dejado de funcionar, empezaron a fallarle los botones. Los clics dejaron de ser tan sonoros y a veces ni sonaban, con lo que en ocasiones no estaba seguro de si le había dado a ejecutar el Word y estaba tardando diez minutos en arrancar gracias a las maravillas de la última tecnología o había hecho un simple clic, por lo que su espera era en vano. 
A pesar de estos pequeños achaques el ratón siguió funcionando, hasta que un día el cursor dejó de reaccionar ante el más mínimo movimiento del roedor, como había hecho siempre. El ratón se sintió mal. Le estaba fallando el cable.
Ya no tenía el color blanco del que tanto presumía en su juventud, se había convertido en una especie de color hueso, como les ocurre a todos los componentes blancos antes o después y por mucho que se limpien. Había perdido todas sus patas, esos pequeños tacos de plástico que tienen los ratones en su parte inferior para ayudar a deslizarse, pero aún sin ellas había funcionado bien durante mucho tiempo. Todavía conservaba intacto el logotipo de su lomo, con el ya obsoleto símbolo de la marca, un pequeño ratón que se escurría entre la palabra "Genius" que en otros tiempos daba envidia a aquellos ratones genéricos y sin nombre con los que compartía casa en la tienda de informática. Pero de eso hacía ya mucho tiempo. 
Durante los últimos días se esforzó para seguir viviendo. Hizo todo lo que pudo para que las órdenes que su bola transmitía a sus rodillos internos siguieran viajando codificadas en binario a través de su ennegrecido cable para ser interpretadas por la unidad de entrada/salida de su compañero al que estaba unido y al que le gustaba llamar "el metálico". Intentó que la mano del que él llamaba "el blando" se adaptara mejor a él, y trató de acomodarla lo mejor posible sobre su lomo y sus ya desalineados botones. Sus esfuerzos eran inútiles. Estaba herido de muerte.
Aquella tarde, mientras agonizaba se dio cuenta de que en casi todas las páginas web por las que pasaba su cursor aparecía una imagen repetida. Nunca había visto un patrón que se repitiera tanto en distintas webs aparte de los que son típicos y él por supuesto ya conocía. Se preguntó qué era durante mucho tiempo pues, aunque era incapaz de reconocerlo, ese símbolo negro en forma de lazo le producía una horrible sensación de malestar y tristeza. 
Unos cuantos clics después, aterrizó en una página de noticias en la que como portada aparecía una foto de uno de esos seres blandos que le hacían moverse con sus manos. Era un blando bastante joven y estaba cubierto de sangre y con varias heridas visibles. No le dio demasiada importancia, había visto escenas parecidas en muchas ocasiones.
En ese momento su cursor se movió recorriendo algunas palabras de una frase: "... 173 muertos y más de 1.400 heridos en el atentado de Madrid. Según informaciones de..." No pudo seguir. 
Se quedó paralizado al pensar que podía existir algo llamado Madrid donde en un día pudieran haber muerto 173 blandos y otros 1.400 estuvieran heridos a causa de la actuación de otros blandos como ellos. A él le resultaba impensable que otro ratón o cualquier otro componente pudiera hacer daño a un semejante.
Pensó que tal vez había estado equivocado durante toda su vida al estar dando un intachable servicio a uno de esos blandos que al parecer se mataban entre ellos, se le revolvieron los circuitos impresos, dejó de esforzarse y se dejó morir. Escuchó al blando quejarse y moverle de manera ciertamente violenta. Por un momento le rondó la idea de volver a intentar funcionar, pero el blando lo levantó unos centímetros de la almohadilla sobre la que solía reposar y lo dejó caer pesadamente. 
Una o dos horas después, cuando sólo le quedaba ya un soplo de vida, el blando regresó trayendo consigo una caja de cartón, no muy distinta a aquella en la que había pasado su infancia con la única compañía de un chisme cuadrado y fino que decía que era un "disquete" y que sin la información que contenía el ratón no podría funcionar. Se acordó de aquella época, cuando su cable estaba libre y lo arropaba un pequeño manual de instrucciones. Era una vida fácil pero aburrida.
Se fijó entonces en la caja de cartón. Ya sabía lo que contenía: su sustituto. 
El blando sacó aquel joven ratón de la caja y lo colocó junto a él. No había hablado con otro ratón desde que vivía en la tienda de informática, y sólo lo hizo durante unos momentos antes de que aquel blando que vivía allí lo metió en una gran caja junto con varios de los aparatos que ahora eran como de su familia.
Le llamó la atención el tamaño del nuevo. Pensó que era demasiado grande para la mano que hasta entonces siempre había reposado sobre él, pero el blando apoyó su mano sobre las formas redondeadas del nuevo y vio como se adaptaban perfectamente a su anatomía. El nuevo le miró con superioridad. Era un ratón que parecía muy altivo. 
Notó como el blando desenchufaba su cable del metálico. Ya lo había hecho otras veces, pero sabía que esta era la última.
Mientras el blando estaba bajo la mesa intentando enchufar al nuevo, decidió darle la bienvenida. 
- Hola.
No obtuvo respuesta. 
Observó el lomo del nuevo y vio que sobre él había un logotipo que no reconocía. Miró un poco más allá y alcanzó a leer una inscripción: "Genius". -Vaya - pensó - después de todo resultará que es de mi familia.
Le llamó la atención un bulto redondeado que sobresalía de entre los botones del nuevo. 
- ¿Qué es eso que tienes entre los botones?
Pasaron unos segundos y cuando ya estaba convencido de que no iba a obtener ninguna respuesta, una voz joven y algo metálica le contestó: 
- Es la ruleta "Magic-Roller", fue inventada por Genius, mi creador, y me permite realizar scrolls en páginas web y documentos evitando el desgaste de mi bola y la acumulación innecesaria de suciedad en mis rodillos. Es algo que tú nunca podrás hacer, pero hoy en día todos los ratones tienen.
En realidad el nuevo no era tan insoportable como parecía, pero estaba cansado de soportar las risas y las bromas de ratones inalámbricos y ópticos durante su estancia en la tienda, así que cuando vio una oportunidad para resarcirse de aquello no la desaprovechó y se cebó con el pobre y viejo ratón. 
- Oye, eres un poco...
En ese momento la mano del blando se posó sobre el nuevo y el cursor empezó a moverse igual de bien que cuando era él quien lo movía, antes de sus lesiones, antes de su moribundia y mucho antes de que ocurriera esa masacre en aquel sitio llamado Madrid. 
Observó que el blando no paraba de hacer rodar lo que el nuevo había llamado "Magic-Roller" bajo su dedo corazón. Le costaba reconocerlo, pero pensaba que aquel sistema debía ser muy cómodo para el blando. En efecto, lo era.
El blando cogió al nuevo y le dio la vuelta. Intentó abrirle la tapa de la bola pero tras varios intentos no fue capaz y se dio por vencido. El ratón pensó que él no tenía esa ruleta ni esa forma estilizada, ni ese moderno logotipo, pero la tapa de su bola nunca se le había resistido al blando. 
Entonces sintió como la mano del blando volvía a posarse sobre él - Quizá se ha arrepentido - pensó - Tal vez ha visto tanta muerte que ha decidido no dejarme morir a mí también. Tal vez si me esfuerzo lo suficiente pueda volver a mover el cursor de nuevo. Tal vez todo vuelva a ser como antes...
El blando lo cogió y empezó a enrollar su poco funcional cable en torno a su cuerpo, pulsando sus botones y sin aparente cuidado. Lo metió en la caja del nuevo y la cerró. 
Dentro de la caja del nuevo se sintió de nuevo como en sus primeros días. Ya no era el mismo, es cierto, había visto muchas cosas y sabía algo más sobre la vida que lo que había entre aquellos cartones, pero se sentía como entonces. Conoció a un "disquete", no muy distinto de aquel con el que compartió su niñez, aunque éste, bastante más simpático, le explicó que ya no hacían falta disquetes para que los ratones funcionaran, y que él contenía unos utilísimos programas que hacían que un ratón funcionase de manera más eficiente. El disquete estaba siempre triste, porque el blando ni siquiera le había sacado de la caja, al ratón le caía bien el disquete, sobre todo porque le había dado la noticia de que por fín, hacía unos años, los ratones se habían liberado de algo llamado "drivers" y que ningún ratón tendría que volver a sufrir lo que él sufrió durante su infancia junto a aquel disquete de controladores.
Dentro de la caja tenían un manual. Era bastante parecido a aquel que le arropaba en sus años mozos, aunque era algo más pequeño y más grueso y lo tenía debajo en lugar de encima. Según le decía el disquete, no tenía gran utilidad, aunque cumplía bien su cometido y además estaba en catorce idiomas. En cualquier caso, el blando ni siquiera lo sacó de la caja. 
Además de ellos había un pequeño y callado aparato dentro de la caja. Era de color verde, como el conector del extremo del maltrecho cable del ratón, aunque un poco más oscuro. Decía que era un "adaptador de PS/2 a Serial". Al ratón le parecía que tenía un nombre muy largo y complicado y pensó que servía para conectarse al metálico, pues en la espalda de éste había visto conectores que parecían encajar en el pequeño aparatito verde.
El ratón no se encontraba mal en su nueva casa, aunque echaba de menos el trabajo. Ya todo aquello daba igual. Al día siguiente el ratón murió definitivamente.
En un lugar llamado Madrid, los muertos eran ya 202.



27 diciembre 2011

Reviviendo un antiguo Dell Latitude D100L gracias a Puppy Linux

Teníamos por aquí un antiguo portátil Dell Latitude D100L en el que el uso de Windows XP era ya exasperante, no en vano, se trata de un maquinón con un Pentium M a 1,6 Ghz y 256 Mb de RAM.

El cerebro de la bestia
Decidí intentar darle nueva vida buscando una distribución ligera de Linux, y me decanté por Puppy Linux 5.1 (ahora ya algo obsoleta), un sistema muy ligero, tanto que se carga entero en memoria RAM.

El escritorio por defecto es horrible, pero se puede cambiar, claro.
La versión que instalé fue Lucyd Puppy, que es compatible con Ubuntu. La primera impresión es estupenda, un arranque muy rápido y la apertura de aplicaciones prácticamente instantánea, gracias a que se carga en memoria RAM. Así que un par de cambios en los iconos y el fondo de pantalla y ya tenemos nuestro Latitud D110L otra vez andando a toda mecha.

Os dejo un video (perdón por la mala calidad) donde se ve la velocidad de arranque y lo rápido que se ejecuta el navegador y el editor de texto:


Podéis descargar la última versión de Puppy en su página oficial aquí: http://puppylinux.org/

¡¡Feliz Navidad Friki!!

En estas fechas tan señaladas, la Reina y yo, queremos ofreceros una serie de felicitaciones de lo más friki. Me llenará de orgullo y satisfacción que las reenviéis a vuestros amigos.

Si os sobran unas cuantas memorias RAM podéis haceros un arbolito bien chulo

Este arbolito friki lo podéis comprar en las tiendas Tiger




¡¡¡ Feliz Navidad a todos !!!

15 diciembre 2011

Blackberry Curve 8520

Hoy vamos a hablar del terminal estándar de Blackberry en la actualidad, la Blackberry Curve 8520.


Se trata de una evolución de la gama Curve destinada a usuarios no muy exigentes, encuadrándose dentro de la gama baja de esta marca.

Pero no por ser de gama baja deja de lado todas las características que conformaron el éxito de estos terminales, el teclado completo, una buena gestión del correo electrónico y el tan de moda Blackberry Messenger.

En sus rasgos externos, el terminal tiene muy buen tamaño, perfecto para adaptarse a la mano, más pequeño y manejable que modelos anteriores. El frontal es de plástico brillante y los laterales y la parte posterior tienen un acabado con tacto de goma que le aporta una sensación sólida a la vez que mejora su agarre. La tapa de la batería que ocupa casi toda la parte posterior, es también de este plástico con brillo.


El grosor es algo mayor al de los smartphones con los que estamos acostumbrados a trabajar hoy en día, sin embargo, esa trasera de goma le da un aspecto algo "ruggerizado" que hace que no sea un inconveniente a priori, siempre y cuando no le añadamos una funda, lo que incrementaría ese grosor demasiado para un móvil de esta época.

La pantalla no aporta ninguna novedad a la gama Curve, teniendo un tamaño adecuado para este tipo de terminales, en este caso es de 2,64 pulgadas y no llega a ofrecer una excesiva calidad a causa de su baja resolución de 320x240, pero servirá perfectamente para los usos profesionales para los que están, en teoría, diseñadas las Blackberry.

Un detalle importante y que rompe con la generación anterior de las Curve es que por fin han eliminado la bolita que tan fácilmente se averiaba, sustituyéndola por una suerte de joystick táctil que, si bien es menos preciso, realiza bien su trabajo y resulta mucho más fiable en el tiempo.

La cámara es bastante mediocre hoy en día (aunque hace un par de años sería de gran calidad para un móvil), permite tomar fotografías en 1600x1200 (2 Megapíxeles), pero da muchos problemas sobre todo con la luminosidad y en casi cualquier situación aparecerá ruido en la imagen. No incluye flash, aunque con este sensor, no sé si las fotos con flash saldrían mejor o peor. También graba video en resolución VGA y con las mismas limitaciones del sensor, por lo que no nos servirá para usarla como cámara personal tal y como hacemos con los smartphones de última generación, aunque para algún pequeño video que queramos subir a Youtube, puede sacarnos del apuro. Como terminal de gama baja que es, han eliminado la opción de una cámara frontal, aunque pensando que éstas suelen tener bastante peor calidad que la cámara principal, creo que es mejor que no la incorpore...

En el apartado de software, nos encontramos con la versión 5 del sistema operativo de Blackberry, un sistema muy desfasado hoy en día y con dos fallos principales: la dificultad de configuración debido a sus enrevesados menús y el problema de que han adolecido siempre las Blackberry: una pésima gestión multimedia. Podremos escuchar música sin problemas, incluso con las carátulas de los discos, etc. También podremos visualizar vídeos en diversos formatos pero, avanzar dentro de un video o una canción con el joystick se convierte en un verdadero suplicio.


En cuanto a conectividad, estamos bastante surtidos con el Bluetooth 2.0, las redes GSM, GPRS y EDGE y la conexión Wi-Fi, sin embargo podemos llegar a echar en falta el 3G para ganar algo en velocidad de navegación, si bien el espíritu de estos terminales es el de utilizar más el e-mail y la mensajería.

Por cierto, a pesar de contar con capacidad de conexión Wi-Fi, esta no funcionará si no tenéis contratado un plan de datos Blackberry... cosas de estos canadienses...

Resumiendo: como Blackberry, no está mal, si os gusta el espíritu de éstas o sois usuarios de la plataforma desde hace tiempo os encantará, si queréis hacer las cosas que se hacen con un smartphone medio en condiciones de los de hoy en día, no os dejéis engañar, para eso está muy limitada.

09 diciembre 2011

Ver el fútbol gratis en el iPhone

Artículo publicado originalmente el 14 de enero de 2011

¿No quieres pagar la suscripción a Gol TV? ¿El horario de los partidos siempre os pilla en el autobús? Ningún problema, con la aplicación de Justin TV para el iPhone podemos ver la mayoría de los partidos directamente en nuestro teléfono preferido.
La aplicación es gratuita, tiene un poco de publicidad pero no molesta porque aparece cuando te vas de un canal (cuando terminas de ver lo que sea).
El funcionamiento, de lo más sencillo, tiene un buscador en el que buscar los programas que se están emitiendo (lo más fácil es poner el nombre de los equipos del partido que se está jugando) y nos mostrará los canales que lo emiten, un simple clic y a verlo en directo.
Y como vale más una imagen que mil palabras, os dejo con un pequeño video de cómo se veía ayer el Real Madrid – Atlético de la Copa del Rey:
Por lo visto la gente de MediaPro ha decidido que mostrar 5 segundos del partido sin sonido, vulnera sus derechos... así que me han censurado el video.



Justin TV tiene otra funcionalidad, cuando menos interesante, y es que no sólo podemos ver vídeos y emisiones en directo, sino que podemos emitir nuestros propios vídeos en directo, incluso directamente desde la cámara del iPhone, es decir, convertimos nuestro móvil en nuestra propia unidad móvil de televisión, ahí es nada…
También tenemos la opción de hacer como esta rubia y ponernos una mini-cámara en la cabeza, aunque a nosotros no nos sentaría tan bien:
Algunos derechos reservados por Laughing Squid

Algunos derechos reservados por Laughing Squid


08 diciembre 2011

Ubuntu 10.10, Linux como siempre debería haber sido

Artículo publicado originalmente el 13 de diciembre de 2010

Hace algunos meses (en realidad bastantes) hablábamos acerca de lo que le faltaba a Linux para poder triunfar entre el público de masas.
Hoy, después de haber probado la última versión de Ubuntu 10.10 “Maverick Meerkat“, me alegra poder decir que se ha dado un paso de gigante desde entonces y actualmente Linux (o al menos esta distribución) está realmente a la altura de mis expectativas.

Escritorio de Ubuntu 10.10 Maverick Meerkat


Lo primero de lo que me quejaba en aquel Junio de 2009 era de la nefasta compatibilidad con hardware de la que adolecía Linux, pues bien, este hándicap ha sido ampliamente superado y, después de haber instalado Maverick Meerkat en varios equipos con muy diferente configuración, debo decir que sorprendentemente no ha habido ningún hardware que no haya detectado y gestionado correctamente, desde webcams hasta adaptadores Wi-Fi y Bluetooth, todo ha funcionado realmente bien y de inicio. Es de especial mención el caso de las tarjetas gráficas (al menos las nVidia) para que el sistema da la opción de instalar drivers “privativos” (controladores del fabricante que no son Open Source) y mejorar así su rendimiento. Todo con un click.
Esta distribución cuenta además con una versión específica para Netbooks y optimizada para sus chipsets. Dicha versión incluye una interfaz específica llamada Unity que permite el acceso a las principales secciones del sistema a través de una especie de dock lateral. Personalmente no me acaba de convencer (sobre todo porque no está del todo bien implementada), pero también tiene la opción de utilizar la interfaz clásica.
La interfaz Unity para su uso en Netbooks. No está mal, pero no me convence...
La otra pega que le encontraba a aquéllas distribuciones de Linux era el caos en que se convertía cualquier instalación de software, incluso la que traía el paquete de serie… Todo esto ha cambiado gracias al gestor de software de Ubuntu, una interfaz única desde la que descargar, instalar y desinstalar el software que, además, lo clasifica correctamente en los menús del sistema en función de su categoría. Un buen avance y muy necesario. También las aplicaciones que se instalan de inicio están bastante bien elegidas y, lo que para mí es muy importante, sólo se instala una aplicación para cada cosa.
Centro de Software de Ubuntu, una especie de App Store para linuxeros
Es destacable también la excelente gestión de actualizaciones que tiene el sistema. Él solito busca las actualizaciones para el sistema o los programas que tienes en tu equipo y te permite instalarlas con un sólo clic, de manera bastante menos traumática (y molesta) de la que tiene Windows.
Gestor de actualizaciones de Ubuntu
Como colofón final, indicar algo que para muchos será una nimiedad, pero para mí es bastante importante: el cambio en la interfaz gráfica que ha venido con esta versión. No sé a quién se le ocurrió que el marrón era un buen color para crear una interfaz gráfica agradable, afortunadamente en esta versión se ha sustituido por un, bastante más atractivo, naranja.
Nada más por el momento… sólo que creo que este puede ser el comienzo de una buena amistad…

Memoria USB JumpDrive Secure II 16Gb de Lexar

Artículo publicado originalmente el 1 de diciembre de 2010


Vamos a hablar hoy de un nuevo “gadget”, se trata de la memoria USB Lexar JumpDrive Secure II (toma nombrecito) de 16Gb de capacidad.





Y pensaréis que poco hay que comentar sobre una memoria USB, pero este modelo en concreto tiene una función específica por la que merece ser reseñado: incluye una pequeña pantalla LCDen la que se muestra el espacio ocupado en la unidad.
La pantallita de marras no sólo funciona cuando está enchufado al ordenador, aguanta un buen rato una vez desenchufado. Ya sería la repera que se pudiera consultar en cualquier momento, como aquéllas pilas Duracell que tenían una barrita que mostraba la carga apretando en los dos lados (te dejabas los dedos ahí…).


¿Algo más que reseñar? Sí, que este USB incorpora un software de seguridad (de ahí lo de “Secure II”) para proteger los datos. Es ya bastante común que las memorias USB vengan con aplicaciones de este tipo, pero la verdad es que nunca lo he utilizado, más que nada porque sólo tiene versión Windows

Un último consejo: si os hace gracia el cacharrito, mirad primero en eBay, los he visto por menos de 20€.