Vamos a hablar hoy del Samsung Galaxy Tab original, un tablet que a priori ha quedado muy desfasado frente a la avalancha de competidores y "hermanos mayores" que le han surgido, pero que, sin embargo, seguirá resultando muy válido a un gran espectro de usuarios (no en vano Movistar lo sigue comercializando).
El Galaxy Tab original apuesta por una pantalla de 7 pulgadas, lo que le otorga un tamaño muy manejable. No llega a caber en un bolsillo (por mucho que se empeñen en su publicidad), pero sí es muy cómodo de llevar.
La pantalla no es nada del otro mundo: no es Retina Display ni Super Amoled, pero la verdad es que se ve bastante bien sobre todo gracias a su gran brillo, que ayuda a la visualización en exteriores soleados, a costa, claro, de un mayor gasto de batería.
El diseño exterior es un buen trabajo de Samsung, el frontal es negro, como ya es norma en los tablets, y la parte posterior es de un bonito (y muy amigo de las manchas) blanco brillante.
En la parte superior encontraremos el jack para auriculares estándar, en la derecha se acomodan el botón de encendido/bloqueo, los controles de volumen y las ranuras para tarjeta SIM y micro SD. El lateral izquierdo está prácticamente despejado a excepción del micrófono, seguramente pensando en que (al menos los diestros) podamos sujetar el tablet por ese lado sin tocar ningún botón.
En la parte inferior se encuentra la clavija para el cargador y el cable de datos que desgraciadamente no es de ningún estándar USB sino de un tipo propietario de 30 pins al más puro estilo del iPad de Apple.
Los botones de control de Android (menú, home, atrás y buscar) se hallan integrados en el marco de la pantalla y son totalmente táctiles, dando un mejor acabado al conjunto pero no respondiendo con la fluidez que nos gustaría.
En cuanto a las tripas del cacharrejo, cuenta con una CPU ARM Cortex A8 corriendo a 1 GHz, que hoy puede parecernos poco, pero mueve bien la mayoría de las aplicaciones poco exigentes. Con una RAM de 512 MB y una capacidad de almacenamiento interno de 2GB ampliable mediante tarjetas micro SD de hasta 32 GB. No llevaremos toda nuestra fototeca y nuestra colección de música, pero nos podemos apañar bien...
Cuenta con una cámara trasera de 3.2 MP con flash LED y una frontal de 1.3 MP, bastante malas las dos, pero es que, por mucho que se empeñen, las tablets no son para hacer fotos.
En conectividad, viene totalmente surtida con conexión Wi-Fi 802.11n, Bluetooth 3.0 y GSM, y he aquí una de las mayores diferencias con la mayoría de tablets: la Galaxy Tab es también un teléfono móvil totalmente operativo. No vamos a ponernos el cacharro en la oreja para hablar, pero usando los auriculares con micrófono o un manos libres Bluetooth, es perfectamente funcional.
La batería es de 4000 mAh y hay que cargarla a diario, digan lo que digan las especificaciones.
Hablemos ahora del software: la tableta viene con una versión 2.2 de Android algo tuneada por Samsung. Ciertamente no es todo lo fluída que debería, pero es perfectamente funcional. Su mayor problema es el excesivo consumo de batería (sobre todo en reposo) y la engañosa cantidad restante de que informa (podemos pasar de un 35% a un 3% en un minuto).
En cuanto a software, viene con un pequeño surtido de aplicaciones básicas, incluyendo las "Samsung Apps" que no es más que una mini tienda de aplicaciones de Samsung donde podemos descargar aplicaciones que ya están en el Android Market ¿vosotros le veis algún sentido? Yo tampoco. Para más inri, sólo podremos acceder cuando haya insertada una tarjeta SIM...
Bien, a pesar de todas estas "pegas" decíamos que se trata de un tablet muy válido ¿por qué?
Pues porque, a pesar de sus carencias, también son muchas las cosas bien hechas que tiene este tablet y para un usuario medio le irá perfecto para:
- Navegar por Internet, gracias a un navegador bien implementado, robusto e incluso con soporte flash (no tan robusto en esto último).
- Consultar el correo: la aplicación de e-mail de Android es de las mejores (no tanto la específica de GMail, aunque resulte extraño).
- Utilizar aplicaciones que no sean "hardcore": olvidémonos de los juegos 3D de última hornada, pero nos podremos divertir con juegos poco exigentes y utilizar cualquier app "de escritorio". (Por cierto, Angry Birds va un poco a tirones pero se puede jugar).
- Ver vídeo con buena calidad: el Galaxy Tab está certificado por DivX!
Lo dicho, con los precios actuales, y sabiendo a qué renunciamos, podemos hacer una buena compra.
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